jueves, 28 de abril de 2011

La locura de viajar en tren por la India

Kolkata, viernes 22 de abril de 2011
Nos levantamos pronto, puesto que hemos quedado con Raj para que nos lleve al New Market a comprar pashmina (Kashmir) y bisutería. Comprar aquí es un lujo, entras en una tienda, te empiezan a sacar telas, telas y más telas o joyas, joyas y más joyas…Y vas mirando y seleccionando lo que te gusta, y de esa selección reseleccionas y mientras, te sirven un chai tranquilamente, remiras todo y luego viene lo más difícil: regatear. En la India se regatea todo y hasta una rupia. El truco para regatear es sencillo, dices: how much? I lo que te digan lo divides por la mitad haber si cuela o vas subiendo hasta que aceptan.
Tras las compras, comemos en el Blue Sky, mientras conversamos con una pareja de Navarra que han venido a hacer el viaje de novios a la India, nos hablan muy bien de Varanasi, la ciudad que vamos a visitar mañana.
Por la tarde cogemos las mochilas y nos vamos a la estación de tren que está cerca del Flower Market. Es caótico, gente por todos los lados, un calor asfixiante, suciedad a raudales y todos los carteles escritos en hindi. Tras preguntar a varias personas vamos a la vía indicada y esperamos más de una hora a que venga el tren.
El tren no es ninguna maravilla, se puede ir sentado o en litera, los que van sentados parece que estén en una cárcel con tanta reja, además hay muchísima gente en poco espacio y el olor y calor humano se sienten antes de entrar por la puerta. Por suerte nuestro vagón tiene literas, cortinas y aire. Allí nos encontramos con Max, un voluntario y conversamos un rato antes de ir a dormir. Va a ser un viaje muy largo, son 12 horas. En el mismo bloque de literas hay una pareja india, la chica de pone a dormir y el hombre nos da conversación. Nos acostamos un poco con miedo a que roben y demás cosas que nos habían contado que pasaban en los trenes de india. Algunos dormimos, otros no. A mi la mirada de ese hombre no me permite dormir en toda la noche y creo que la mía a él tampoco. A la mañana siguiente…

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